¿Son legales las cortinas de cristal (Lumón) para el cerramiento de terrazas?

En muchas viviendas con terraza, la instalación de cerramientos de cristal se ha vuelto cada vez más común. Su objetivo principal es integrar este espacio en la vivienda, permitiendo su aprovechamiento tanto en invierno como en verano. Sin embargo, este tipo de cortinas de cristal, como las del modelo Lumón, podrían no cumplir con la normativa urbanística vigente.

Por esta razón, nuestros abogados especialistas en derecho administrativo analizan los aspectos legales relacionados con los cerramientos de terrazas, porches y cortinas de cristal.

¿Qué son las cortinas de cristal o Lumón?

El término Lumón hace referencia a un tipo de cortinas de cristal que se instalan frecuentemente en terrazas, porches y áticos.

Estas cortinas de vidrio se montan sobre raíles invisibles, lo que permite desplazarlas con facilidad y abrir o cerrar la terraza en cualquier momento.

Algunas de sus principales características son:

• Autoportantes.
• Sin perfilería, cercos ni marcos visibles. Son móviles, plegables y retráctiles.
• 100% practicables y fácilmente desmontables.

Debido a estas características, se les conoce comúnmente como “cortinas de cristal”.

Aspectos legales de las cortinas de cristal

Para instalar un cerramiento con cortinas de cristal, es fundamental asegurarse de que no se altere la seguridad, la estética, la estructura ni la configuración del edificio.

Antes de proceder con la instalación, es recomendable contar con un proyecto adecuado que contemple todos los aspectos técnicos y legales del cerramiento.

Según la Comunidad Autónoma, puede ser necesario solicitar una licencia de obra al ayuntamiento o contar con la aprobación de la comunidad de vecinos.

Una vez obtenida la autorización correspondiente, se podrá realizar el cerramiento de acuerdo con el proyecto presentado.

Según la RAE, un cerramiento es «una cosa que cierra o tapa cualquier abertura, conducto o paso».

¿Cuáles son las ventajas de las cortinas de cristal?

La principal ventaja de las cortinas de cristal frente a un cerramiento acristalado convencional es su capacidad de apertura y cierre en cualquier momento.

A diferencia de los cerramientos permanentes, estas cortinas permiten mantener la flexibilidad del espacio sin renunciar a la protección contra el viento y la lluvia. Además, su resistencia es notable gracias a la calidad de sus materiales.

Otro punto a favor es su fácil y rápida instalación, lo que supone una gran ventaja en comunidades de vecinos.

¿Qué necesito para poder hacer un cerramiento?

Lo primero que debes saber antes de realizar un cerramiento es si la comunidad de vecinos aprueba dicha modificación de la fachada. Una vez obtenida su aprobación, será necesario solicitar el permiso de obra en el ayuntamiento correspondiente.

Para presentar el proyecto, es recomendable contactar con una empresa especializada en cerramientos de terrazas y reformas similares, con el fin de garantizar un trabajo de calidad.

¿Deben aprobar los vecinos el cerramiento de cortinas de cristal?

Para responder a esta cuestión, es importante considerar una sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga, que establece que el sistema Lumón, dentro del ámbito de la Ley de Propiedad Horizontal, no requiere la autorización expresa de la Comunidad de Propietarios. Sin embargo, sí se debe informar previamente sobre su instalación.

Si la comunidad de vecinos se opone sin justificación, podrías plantearte la posibilidad de impugnar una junta de propietarios, siempre que la decisión tomada vulnere tus derechos o no se haya seguido el procedimiento legal adecuado.

La clave radica en que este tipo de cerramiento acristalado no implica una obra estructural, aunque sigue estando sujeto a las normativas urbanísticas. En este sentido, no debe superar la superficie permitida por la normativa local.

Ley de Propiedad Horizontal sobre cortinas de cristal

La Ley de Propiedad Horizontal, también conocida como la Ley de Fachadas, regula las modificaciones y obras en viviendas dentro de comunidades de vecinos.

Según esta normativa, cualquier alteración en la fachada del edificio, como el cerramiento de balcones o áticos, se considera una modificación estética de un área común.

Por ello, en la mayoría de los casos, el cerramiento deberá ser aprobado por la comunidad de vecinos, salvo en aquellos casos en los que no se requiera obra, pero sí una licencia administrativa.

La importancia de lo dispuesto por la Ordenanza Municipal

Otro aspecto clave antes de instalar unas cortinas de cristal es la normativa municipal vigente, ya que las ordenanzas urbanísticas varían según cada ayuntamiento.

Algunas ciudades permiten estos cerramientos, mientras que otras los prohíben expresamente. Para conocer la normativa aplicable, lo más recomendable es solicitar información directamente en el ayuntamiento. En ciertos casos, si la Administración no responde en el tiempo establecido, podría aplicarse el principio de silencio administrativo, lo que puede tener implicaciones en la concesión de licencias.

Es importante destacar que las licencias solo se concederán si el cerramiento no supone un aumento de la superficie construida y cumple con las ordenanzas establecidas en los planes municipales.

¿Me pueden denunciar por tener un cerramiento no aprobado?

Si se lleva a cabo una reforma de cerramiento sin contar con la aprobación de la comunidad de vecinos o sin cumplir con la ordenanza municipal, se corre el riesgo de ser denunciado.

Una denuncia de este tipo puede derivar en sanciones económicas y, en algunos casos, en la obligación de desmontar el cerramiento. En situaciones similares, las sanciones pueden estar relacionadas con el impago de multas o reclamaciones económicas, lo que plantea cuestiones como si me pueden obligar a pagar una deuda.

Una de las consecuencias más frecuentes es la orden de demolición en un plazo máximo de un mes, con posibles sanciones adicionales en caso de incumplimiento. En estos casos, el afectado deberá enfrentarse a un procedimiento administrativo e incluso contencioso-administrativo.

¿Cuándo prescribe un cerramiento?

El plazo de prescripción de un cerramiento en una terraza o balcón es de cuatro años a partir de la fecha de inicio de la obra, según lo reflejado en la factura correspondiente.

Es importante recordar que la normativa de prescripción varía según el tipo de procedimiento. Por ejemplo, en el ámbito financiero, existen plazos específicos sobre cuándo prescribe una deuda, lo que demuestra la importancia de conocer la legislación vigente en cada caso.

Una vez transcurrido este tiempo, la legalidad del cerramiento ya no podrá ser impugnada.

¿Qué hacer en caso de inspección o conflicto con la Administración?

Las problemáticas relacionadas con cerramientos suelen surgir tras inspecciones del ayuntamiento, ya sea para verificar que la obra se ajusta al proyecto presentado o a raíz de denuncias por parte de particulares.

Ante una posible desavenencia con la Administración, es fundamental actuar con rapidez y reunir toda la documentación del proyecto lo antes posible.

Si tienes dudas o enfrentas un problema legal con tu cerramiento, no dudes en ponerte en contacto con nuestros abogados para recibir asesoramiento especializado y definir la mejor estrategia legal.